El Conjunto del Amor Cristiano fue creado por el amor de Cristo, Mesías de este mundo, hace más de 35 años, en un humilde domicilio de la ciudad de Madrid, en España.
Durante todos estos años, hemos estado trabajando para Cristo en labores de índole espiritual. Nuestra principal tarea ha sido conducir hacia la Luz a tantas almas del mundo entero que han estado paradas en la oscuridad durante años e incluso siglos, víctimas de su propia inconsciencia, al haberse alejado de su Esencia-Luz emanada de Dios Padre.
La labor fue terminada. El plano astral de la Tierra ha sido limpiado y purificado en su mayor parte, de forma que las corrientes de Luz y Amor procedentes de planos superiores de Existencia, pueden llegar a la Tierra para elevar el nivel de conciencia de toda la humanidad del planeta.
Es la hora de que esta preciosa morada de experimentación que entregó el Padre a todos sus habitantes, se eleve a una nueva dimensión de la existencia donde reine la Paz, la Fraternidad, y sobre todo… ¡El Amor!
El Amor es la esencia de nuestro Mensaje, por algo somos, como otros muchos hermanos más que caminan fuera y dentro de este mundo, seguidores del Cristo del Amor, pues el Amor es y ha sido la huella indeleble que Cristo ha dejado en el Planeta a lo largo de las múltiples existencias en las que bajó al mundo a entregar su enseñanza y en especial en aquella cuyo nombre fue Jesús de Nazareth.
Hoy, en este siglo XXI en el que nos encontramos, es el momento culminante para el cambio evolutivo del Planeta Tierra y por ello es que, por indicación de Cristo, nos damos a conocer al mundo para aportar todo aquello que desde nuestra pequeñez como humanos, pero desde nuestra grandeza como almas nacidas de Dios Padre y eternas como Él, sirva para el adelanto de la humanidad.
Nos unimos pues, a tantos otros hermanos nuestros que desde diferentes rincones del planeta colaboran con su inestimable aportación a la elevación del mundo, siempre desde el ámbito del inegoísmo y el desinterés, con el único anhelo de aportar nuestro grano de arena al éxito de esa gran cruzada de Amor emprendida por nuestro Mesías hace ya más de 25.000 años, la cual debe verse culminada en esta nueva era, una vez concluida la prórroga de 2.000 años que nuestro Maestro, con su sacrificio de Amor, consiguió para el mundo, con el puro afán de llevar hacia la Luz la mayor parte posible del rebaño que El Padre le encomendó y al que con tan decidida voluntad se entregó.
Sea para Él, nuestro más alto reconocimiento y nuestra más sincera gratitud y amor. Que sea este Amor la melodía que dirija todos nuestros actos en servicio de nuestros semejantes, tal y como Él, con su propio ejemplo, nos enseñó.