El despertar cósmico es el estado de conciencia que se logra cuando el individuo integra en su vida todos los valores morales, emocionales y espirituales, y sabe cómo utilizarlos para que produzcan el efecto deseado en su vida.

 

         La conciencia cósmica es la comprensión de que el ser humano pueda desarrollarse, ampliando su libre albedrío a la esfera de lo espiritual, como entidad divina no supeditada a las limitaciones de la materia.

El despertar cósmico es ese estado de percepción en el cual se es consciente de que aunque el cuerpo físico pueda estar circunscrito a actuar en el espacio, el Yo Superior vibra en otra textura. Es decir, el ser es consciente de su existencia multidimensional y de su naturaleza inmortal que reúne los códigos eternos de su sublime descendencia como parte de la Divinidad, recreándose en los planos de la materia. Nada es diferente del Padre Divino y, simultáneamente, todo lo es.

 

          Estáis aquí para comenzar una nueva fase histórica en vuestra evolución conjunta. La humanidad necesita comprender, necesita saber que no sois un reducto de inteligencias aisladas, sino que formáis parte del gran Conjunto Cósmico vibrando al unísono en armonía infinita.

 

        Os sentiréis más libres, llenos de un poder creativo que ha estado en fase de congelación energética. No debéis sentir ningún temor al respecto, porque entrar en este nuevo espacio dimensional de conciencia os proporcionará muchas y grandes oportunidades de descubrir el sentido de todo este sacrificio planetario que durante muchos años habéis estado haciendo.

 

          Son tiempos de cambio. Nosotros deseamos inyectar en vuestros corazones, en la esencia divina que es la que siente, piensa y vibra cada instante, que no tenéis nada que perder, y sí mucho que ganar.

 

        Siempre  habrá personas  rebeldes que  no  desean  aceptar  la  oferta compensatoria  para entrar  en el despertar cósmico. Ellos mismos serán los que se autoexcluyan. Ni el Universo ni el Creador se implican en las decisiones que cada uno de vosotros toméis, la responsabilidad será vuestra. No servirá de nada lamentarse cuando ya sea demasiado tarde.

 

        No  estamos  intentando  coaccionar  vuestro  libre albedrío,  pero  no  debéis  desperdiciar  esta  gran oportunidad para crecer y experimentar lo que significa ser un supra humano. El gran reto es aceptar la propuesta que el Universo os ofrece. Perder esta gran oportunidad supondría retroceder en vuestro plan de estudios evolutivos, y no poder seguir descubriendo la luz, el poder y la felicidad interior de las que sois portadores por derecho propio. Ahora, nosotros os preguntamos:

       ¿Qué implicaciones puede tener el hecho de que se os esté ofreciendo a bajo precio un buen producto, a cambio de que os despojéis del viejo?

 

          Crecer significa aceptar el hecho y el desafío de descubrirse a uno mismo y descubrir el papel que se tiene dentro de la estirpe espiritual, como un miembro de la Luz Universal.

 

         Ha llegado el momento de dar el gran salto hacia el Infinito, hacia las múltiples posibilidades de vivir con mayor dignidad, y disponer de esa satisfacción, prosperidad y armonía interior, que son la base de la felicidad. Sois un efecto sublime de la Luz y el éxtasis del Creador, y es vuestro derecho recuperar ese estatus de perfección. Esto es lo único que os permitirá ser libres de verdad y sin miedo de convertirse en lo que en realidad sois: “Inmortales”. Vuestro Yo Superior vibra en esa tesitura, pero vuestras mentes y cuerpos físicos son herramientas pasajeras que están oscureciendo vuestra verdadera grandeza.

 

      Ahora habéis demostrado que de nuevo estáis capacitados para ser los grandes líderes y creadores de vuestra propia perfección. Sois seres luminosos. En vuestros genes están los códigos de la realidad espiritual a la que pertenecéis.

 

         Ha llegado el momento de recuperar todo vuestro poder para llegar a ser lo que una vez fuisteis. Nosotros no estamos aquí para convenceros de algo que no sea positivo en vuestras vidas. Deseamos lo mejor para todos, porque de ese modo, también nos estamos beneficiando. Cada uno de vosotros es un ente irrepetible y singular en toda la estructura cósmica. A los ojos del Padre sois honrados por lo que sois en esencia, Hijos del Padre Infinito.

 

        Cada vez que dais un paso hacia el cambio, hacia la transformación interior, redunda en vuestro entorno y también en todo el orden cósmico. ¿Cómo sucede esto? aportando más luz, armonía y amor a las matrices de luz que sustentan la gran maquinaria cósmica o manifestación del Creador, en la vida, en la luz, en el pensamiento y en la emoción de ser Uno con todo y con el Padre.