Bendiciones para Todos
¡Bendiciones, bendiciones para todos
en el nombre de nuestro Divino Pastor!.
Bendiciones para todos aquellos
que sus ovejas son.
Bendiciones que enaltezcan los corazones
y los lleven hacia un aura superior
donde todo se vuelva transparente y translúcido
al encontrar la esencia de su propio Yo.
Los tiempos van cambiando,
se van acelerando hacia una consecución
de un plan divino que está establecido
y que se ha de cumplir en este mundo todavía inferior.
Plan que se está avanzando
en esas etapas que son de evolución
para ir poco a poco transformando
la luz a un nuevo albor.
Peregrinos de Cristo que vais caminando
sembrando el amor,
seguid dando de vuestros ejemplos,
sin dudar ni un momento, en cualquier rincón.
Todo es apreciado
para poder entregar esa semilla de amor
que vaya cambiando los corazones
y les haga pensar de una forma superior.
Y empiecen a comprender quienes son,
a qué vinieron y cuál es en este mundo, su misión,
y que hay unos objetivos más altos
que el vivir, comer y dormir sin más dilación.
Profundizad en esta siembra de amor
para que todos comprendan que son hijos de Dios,
para que todos entiendan
que es el momento del arrebol
en el que hemos de sacar todos
lo mejor de nosotros mismos
para cambiar a este mundo
por un mundo mejor.
Frecuencias y sintonías que se acercan al mundo
para que todos los seres las puedan captar.
Son sintonías de una altura divina que penetran en el ser
y resuenan en su interior para su alma despertar.
Hay que ir tocando y tocando a todas las almas
para que encuentren en su corazón
esa resonancia divina que les haga cambiar
al escuchar esa nota mágica
que despierte su alma inmortal.
Pasillos de esfera de luz
en que se van tocando esas sinfonías,
se van extendiendo por todo el mundo,
por toda la orbe del planeta,
para ir despertando esas lucecitas
en todos los rincones del mundo
y se vaya despertando esa sinfonía de amor
para que se pueda dar ese cambio esperado,
ese cambio hacia un plano superior
y encuentre el hombre el camino hacia la alegría,
hacia el gozo de sentirse todos hermanos,
hijos de nuestro Padre Amor.
¡Ovejas de Cristo!,
seguid caminando en el amor
sin desmayo, ni descanso,
aun en medio de cualquier dificultad,
porque tenéis la fuerza dentro de vosotros
para todo vencerlo y dejar a un lado la tristeza
y convertirla en alegría por el amor.
Sumergíos en vuestros adentros
para encontrar la Gran Llama,
que allí puede habitar,
para que os queme por dentro
y vuestras alas se desplieguen de par en par.
Y no perder ni un minuto
en descubrir vuestra esencia genial
para que todo llegue a su fruto
y encontréis la felicidad.