Alimentos del cielo
que vienen a nutrir a la Tierra
de esa semilla de esperanza
que le haga encontrar un nuevo Amanecer.
Bajan con templanza
a poderse distribuir
y no quede ninguna añoranza
en ningún alma que está esperando su redimir.
Semillas que son vertidas
con completa ilusión,
porque con amor son dirigidas
a todos lo seres de la Creación.
Encontrar las semillas
en su propio corazón
es el destino de esa nueva vida
orientada por completo a Dios.
La vida es hermosa y bella
porque es parte de la Esencia de Dios,
y no habrá nada nunca que la oscurezca
porque todo es Luz de su infinito Amor.
Avanzad en el camino
con total seguridad
de que todo se cumplirá en el destino
para llevar a cabo esa transformación genial.
Seguid caminando con los pasos certeros
buscando esa bella ilusión
de encontrar un mundo nuevo,
porque esa es la voluntad de Dios.
Senderos que se van transformando
para alcanzar esa meta con ilusión.
Senderos que se irán poco a poco confluyendo
para llegar a una senda única, hacia un único Amor.
Calendarios que se van acortando,
que van terminando ese Ciclo anterior,
para dar paso a una nueva Era
más hermosa, más bella, con más Amor.
No dudéis pues nunca de vuestros pasos,
sino dadlos con firmeza en esa Evolución,
en la que no habrá nunca ocaso
porque la Esencia Divina
va en vuestro propio interior.
Mirad, dejad atrás al pasado
buscad sólo ese nuevo amanecer
y llevad la voluntad en vuestros pasos
de poder siempre y siempre crecer.
No dejéis que os torturen los errores del ayer,
sino buscad la Gracia del hoy,
de ser cada día más finos,
más hermosa en esa vuestra actuación.
No dejéis ningún borrón en vuestros pasos
que pueda nublar vuestra razón
y dejar tristeza en vuestra alma
que busca con anhelo a Dios.
Seguid pues caminando cada día
orientados a ese cielo de amor
que se abre paso hacia la Tierra
para que no queden parados
ninguno de los hijos de Dios.
Benditas rarezas
las que lleváis cada uno en vuestro interior,
porque todos sois hijos de esa gran realeza
que es la Gran Conciencia de la Creación.
Moved vuestros pasos derechos,
no los torzáis ya jamás,
porque es necesario estar prestos
para ese nuevo salto de la humanidad
en la que hemos de dejar ya a un lado
los egoísmos, los rencores, los odios y toda marginación,
para dar paso a una única esencia de vivir unidos como hermanos,
como hijos que somos todos de nuestro Padre Amor.
Adelante pues en ese camino
donde el amanecer nos puede acariciar
dándonos luz en un tono tan fino
que sólo podemos decir: ¡Gracias Padre Celestial!