Pinceladas de lluvia
caen sobre los corazones de los hombres
para alentarlos en su progresar,
para que encuentren el camino recto
hacia el Amor y la Verdad.
Pinceladas de lluvia
que se va desperdigando por el mundo
para despertar esa semilla que escondida está,
y se vaya abriendo poquito a poco
porque encuentre su mejor fructificar.
Las aguas se van abriendo
para ir vertiendo esa agua sobre la humanidad,
para que poco a poco se vaya diluyendo
dentro de sus propios corazones
y vaya llegando al sentimiento de su alma inmortal.
Y vayan recuperando sus orígenes,
vayan despertando el recuerdo de atrás
y se den cuenta de que son hijos de Dios Padre
y todos forman un único núcleo con el Amor Universal.
Merecimientos de las almas
en el transcurrir de la eternidad
que van avanzando en su progreso lentamente
pero con pasos decididos, alguno en su caminar.
Nada queda parado, ni ningún obstáculo,
¡Que todo poco a poco se puede avanzar!
Y ahora es el momento preclaro
de que dé un empujón a más.
Saltar a una nueva vida es de gran necesidad,
y la humanidad ha de estar perfectamente concebida
de que así es la realidad.
Hay que adelantar un paso hacia adelante
porque este mundo ha de progresar
y nadie puede quedar atrasado
si no es para ocupar otro lugar.
¡Cuánta necesidad hay en el mundo!
¡Cuánta necesidad se advierte por todo lugar!
Pero es que son los momentos de cambiar el rumbo
y es necesario que todos, mediante el dolor,
eleven su mirada al cielo espiritual.
Tristemente, el dolor es un camino hacia el amor,
porque de por sí, nadie se acuerda del cielo
cuando vive con la alegría a su alrededor.
Son instantes de profundizar en los adentros,
de cada ser en su propio interior,
para ir descubriendo esa semillita que se está abriendo
con el agua divina que cae, como una lluvia mansa,
desde los cielos hasta el corazón.
Descubrid la armonía, que en cada ser
es la belleza de un nuevo día
que te hace estremecer.
Profundizad en esa armonía,
acurrucaos en ese nido que se puede formar,
donde la luz cubre por completo
cada átomo que en él se puede hallar.
Vivid para el amor, y el amor será vuestra morada.
Vivid para el amor, y el amor será vuestra canción.
Vivid para el amor, y el amor será la nota vibrante
que elevará vuestra perfección…
para encontrar el mismo amor en todo cuanto os rodea
y en cada átomo en la Universalidad,
y sentir que no es quimera,
¡Que Dios vive en todo!
¡En todo cuanto existe, en todo lugar!