¡En Vuestras Manos está la Decisión!



Terrenos que fueron liegos en otros tiempos

y que es el momento de poderlos volver a abonar,

para que se vea limpia la semilla del cielo

y a todos los corazones les haga expansionar.


Es el momento de que se abran los corazones

que estuvieron dormidos esperando ese resurgir de la humanidad,

y que ya es la hora de que se vean despiertos

para comenzar ese nuevo camino que llegando está.


¡Abrid los corazones hermanos míos

que vivís en este mundo terrenal!

¡Abrid vuestros corazones

y dejad que entre ese arrullo divino

que a vuestras almas pueda embalsamar!


Y sentiréis unos efluvios nuevos

que ya casi ni podíais recordar,

que será… esa brisa fresca

que podrá vuestro ser acariciar.


Las ventanas del mundo se están abriendo

para recibir ese divino caudal

que llega con amores de los cielos

y se derrama sobre toda la humanidad.


¡Abrid pues vuestros corazones os digo!

¡Dejad que se deshiele la escarcha que les podía dominar,

y que penetre el sol a raudales

y se vaya deshaciendo hasta convertirse en agua pura, divina,

que pueda vuestro ser refrescar!


Mundo que está moribundo

y que es hora de su despertar.

Es hora de que se abran los cauces

para que aparezca la plena Verdad.


Todo está llegando al mundo

tal y como previsto podía estar

en estos tiempos fecundos

para que todos conocieran cuál es la Verdad.


¡Abrid vuestras mentes

para recibir esa Gran Verdad

que llega a raudales

para que nadie a oscuras pueda quedar!


¡Que todos conozcan los conocimientos

de tantos tiempos de atrás,

que fueron ocultados y escondidos

para sólo unos pocos el dominar!


¡Hora es de la libertad del Ser humano,

para que tomen sus propias decisiones el alcanzar

teniendo bien en su mano

los conocimientos necesarios para esa decisión tomar!


La decisión… ¡Es muy importante!,

porque de ahí está el futuro de cada cuál:

si decide ir hacia delante,

o bien, si prefiere parado poderse quedar.


Los tiempos son acuciantes

porque terminándose están ya,

para empezar un nuevo curso,

una nueva etapa de más luz y libertad.


Y ahí está la decisión divina

que cada uno ha de tomar,

si quiere unirse a esa nueva etapa,

o bien quiere parado quedar.


¡En estos momentos os hacemos un llamamiento

para que todos os unáis a esta nueva humanidad!,

en la que el Amor reine por entero,

después de tantos siglos sembrado

por el Mesías de esta humanidad.


¡Acudid a esta llamada

hacia ese futuro en libertad

donde la fraternidad reine en el mundo

y la violencia quede por fin atrás!


Si por el contrario, preferís quedar parados,

es vuestra decisión,

pero yo os digo que sólo encontraréis más de lo mismo:

más odio, más violencia, más rencor.


Y como consecuencia… más sufrimiento

y menos felicidad interior.

Luego… ¿Por qué quedar parados en el mismo lugar?

¿Por qué no emprender ese nuevo camino

hacia esa plena libertad?


¡Encontrad tu propio Ser Divino,

y el camino que Cristo tantas veces nos pudo enseñar!

¡Vayamos hacia delante con decisión!

¡Escuchemos a nuestra propia alma inmortal

cómo nos habla de amor, de paz y de libertad!


¡Buscad la libertad en vosotros mismos

despreciando todo aquello que os podía dominar!

¡Todo aquello que os arrastra hacia el mundo

y no deja a vuestra alma que sus alas pueda desplegar!


¡Volad hacia los cielos!

¡Volad hacia ese horizonte que iluminado por completo está

y aprovechemos todos estos momentos

en los que aún estamos a tiempo

de tomar esta decisión genial!


¡Ya se os ha dicho que no importa el pasado!,

¡que no importan los errores de atrás!,

¡que sólo importa el futuro

y el presente del ahora en vuestro libre albedrío

tomar la decisión final!


El amor os rodea,

el amor os embalsama para ayudaros a caminar.

¡Adelante pues hermanos de esta humanidad hermosa!

¡Caminemos hacia delante hacia nuestro propio despertar!


Cristo nos mira con su faz divina,

sonriendo con su amor sin igual,

y llamando a cada uno de vuestros corazones

para alentaros en esa decisión hacia la luz encontrar.


¡Tanto se ha esforzado!...

¡Tantos tiempos lo ha dado todo

por ayudarnos a caminar…

que sólo su corazón queda satisfecho

cuando nos ve por el sendero divino,

donde encontrar nuestra propia felicidad!


No es otra cosa lo que Él desea,

sino la felicidad de todos en un mismo caminar

hacia ese horizonte divino

donde el Padre nos embalsama con su luz sin igual.


¡Amor para todos, hermanos de este mundo!

Amor a raudales desde los cielos se os puede entregar,

y se os abren las puertas por entero

para que caminéis hacia ese nuevo horizonte

donde la armonía ha de reinar.


¡En vuestras manos está la decisión!

¡Tomadla por caridad

conforme a lo que os dicta vuestra propia alma 

en plena libertad!