Amor que llega a cientos a todos los rincones de la humanidad, desde los cielos eternos que cantando aleluyas están. Van abriendo las puertas del cielo para que se vuelque la luz sobre la humanidad y vayan despertando sus corazones dormidos para que descubran el amor en su interioridad. Así se van salvando las almas cuando descubren su propio Ser interior, cuando encuentran la luz que les guía en el camino que parte de su propio Yo. Así se sienten unidos al Padre, a Aquel que les creó, y encuentran que no hay otra razón más hermosa que la de vivir por y para su amor.

         Hermanos de este mundo que vivís aún en la oscuridad: ¡Descubrid vuestro Ser interior cómo os llama hacia la libertad!, ¡descubrid la Esencia que lleváis dentro, que anhela encontrar su divinidad y vivir en compañía de la Luz Divina que constantemente les puede alumbrar!. Dejad pues atrás las oscuridades y encontrar esa Esencia Celestial que os llevará a raudales a encontrar la plena felicidad.

         Descubrid quiénes sois, como parte de un Universo genial, porque todos nacimos del Padre y hasta Él hemos de llegar. Abrid pues vuestros corazones y sentid esa llamada celestial, que os llama, como precursores de un nuevo mundo, para que le ayudéis a crear.

             No os dejéis arrastrar por el pasado ni que vuestros pies se puedan enlodar, sino levantad vuestros brazos a los cielos y decid: “¡Padre nuestro, ilumínanos para caminar!, ¡ilumínanos para que podamos salir de estos lodazales y emprender un nuevo camino de luz, en el que nuestras almas se sientan satisfechas y contentas por haber superado nuestros defectos, nuestros errores, nuestros pasos equivocados al andar!”

            Bebed el agua divina que vertiéndoseos está, y sentid cómo os llena por dentro y os da nueva fuerza vital para descubrir… ¡La maravilla que en vosotros va!, y que está en el Universo entero, pues se siente en la energía, en cada átomo de luz que nos puede inundar: el Amor, como esencia plena que todo lo hace vibrar, y queda, una maravilla, en la que todo se convierte en belleza ideal.

            Abrid vuestro corazón al amor de Cristo, que en estos momentos se vierte sobre la humanidad para que no quede ninguno… ni cabizbajo, ni triste, ni descontento, sino que la esperanza habite en su propio corazón por siempre jamás.

          No os dejéis caer en el abatimiento, ni en la desesperación en estos momentos del final, sino dejad que la esperanza, como un arrullo inmenso, os haga vuestro corazón aletear; y sentid que pertenecéis a esa llama viva que no abandona a nadie jamás, porque es, la esencia misma de Dios Padre Celestial.

         Veníos pues todos, hermanos nuestros, a encontrar ese divino ideal, que se vierte hacia vosotros en estos momentos para que encontréis en vuestro Ser la paz. Vivid en esa paz y en esa armonía para dejar que surja ese arrullo interior, que se os mostrará un nuevo día tan hermoso y tan bello… que os hará no otra cosa desear, sino vivir de esa luz esplendente que os llenará de felicidad.

       Caminad hacia ese Sol esplendente que levantándose sobre el horizonte está, y dejad atrás ese pasado deficiente donde sólo queda la oscuridad.

          Adelante pues hermanos, hacia ese horizonte de luz, y vayamos todos unidos de las manos dando gracias a nuestro Padre Celestial por esa dicha intensa de sabernos siempre, eternamente amados, de Su inmenso corazón sin par.