Liberaos de vuestras cadenas


 

Estrellas del infinito

que van vibrando en una nueva elevación,

y con ello van arrastrando

a todos aquellos mundos de su alrededor.

 

El Universo está dando un cambio

fruto de este final de ciclo,

que a cabo se está llevando en su efectuar,

y con ello está arrastrando

a esos mundos que necesitan aún su elevar.

 

Por ello en la Tierra están impactando

tantas energías procedentes del Centro de la Galaxia

para que sus estructuras internas vayan cambiando,

y se vaya gestando una nueva humanidad.

 

Una humanidad elevada a lo alto,

donde los hombres

todos orientados estén al Padre Celestial,

porque hayan comprendido de nuevo

cuál es su origen y su destino en el llevar.

 

La humanidad está ahora mismo apresada

por tantos condicionantes del ayer,

que no ven cuál es su destino fiel.

 

¡Abrid vuestras mentes hombres de la Tierra!

¡Abrid vuestras mentes de par en par!

¡Comprended que todo en la Tierra es bello,

que sólo hay que dejarlo brotar!

 

No os aferréis al pasado

sino dejad vuestra alma liberar,

para que se dé cuenta de su verdadero hollado,

aquél que nació de muy atrás.

 

Sois espíritus divinos

que vinisteis a este mundo a vuestro progresar,

y no hay para vosotros otro destino

que el encontraros a vosotros mismos

en vuestra Esencia vital.

 

Alegría sea pues en vuestros corazones

por descubrir esa gran Verdad,

de que sois hijos del Padre,

heraldos de su amor en este mundo terrenal.

 

¡Caminad pues decididos

en romper con un pasado de atrás,

y liberaos de vuestras cadenas

para encontrar un nuevo mundo

de belleza sin par!

 

¡Bebed pues agua de la fuente

del amor Universal,

que se vierte constantemente

desde los cielos para vuestro ayudar!

 

No paréis ni por un instante

de mirar a lo alto en su buscar,

porque el mundo se está derrumbando

y debéis de situar vuestra mente en ese punto vital.

 

Donde no haya desesperanzas,

donde no haya desesperación

por buscar algo que ya no se encuentra,

porque en el pasado quedó.

 

No os aferréis pues a las bajezas del mundo,

sino buscar la altura de un más elevado mirar,

en el que os llegará la galanura

de vuestra Esencia Divina el poderos ayudar.