Resuenen los timbales
a un nuevo amanecer,
donde las glorias del cielo
llegan por doquier.
A inundar a un mundo que espera
ese nuevo amanecer
para poder llegar a su vera
de las aguas tranquilas emprender.
¡Son tantos tiempos de sufrimientos!,
tantos tiempos de progreso y evolución
buscando ese resurgimiento
donde por fin el hombre encontrará el amor.
Hoy ese amor se acerca al mundo
como un mensaje de excelsitud,
en el cuál se va mostrando el rumbo
donde debe el hombre encontrar su luz.
Cuántos amores se vierten al mundo
desde todos los rincones de un Universo
que entregado está
para llevarle ese mensaje de armonía,
y pueda por fin este mundo hacia el cielo se elevar.
Un nuevo camino,
una nueva dimensión,
un nuevo estandarte donde la cruz de Cristo
será la luz del Sol.
Para mostrar el camino hermoso y bello
donde se hallará la redención
de tantas almas que tiraron por los suelos
la armonía de su corazón.
Luz del mundo
que bajando a la tierra está.
Luz del mundo
mostrando su belleza por doquier en su enseñar.
Sigamos a la luz del mundo,
no la olvidemos jamás,
porque la luz del mundo es nuestro Mesías
que desde los cielos y la tierra
mostrándonos el camino está.