Una Flor Escondida

 

Hay una flor escondida

que durante mucho tiempo fue

y que ahora muestra su colorido

a todo aquel que la quiera ver.


Muchas eras estuvo adormecida

sin mostrar su mejor color,

sin embriagar los sentidos

con su maravilloso olor.


Ahora está tranquila y confiada

en su presentar a una humanidad

que poco a poco su belleza

con humildad podrá admirar.


Ahora son otros los tiempos

y ella lo sabe en su interioridad

y es por ello que no tiene miedo

a que la puedan pisotear.


Sus pétalos son delicados,

su tallo parece no empezar

pues es una flor del cielo

que a ninguna tierra puédese aferrar.


Se alimenta tan solo de amores,

de los amores de toda la humanidad,

y es por ello que se siente amada

y preparada para su entregar.


Disfruta, humanidad doliente

de la verdad que puedes todavía negar,

cuando es tu interior ya consciente

de que en esa flor está tu libertad.


Tú sabes que no es en este mundo

ni en su aparente belleza exterior

donde hallarás tu verdadero rumbo

que te lleve hacia una vida de amor.


¡Tú misma lo estás gritando

desde lo profundo de tu yo!

Y aun en los padecimientos que sufres

no te das cuenta de la razón.


Tú misma los has provocado,

la desilusión, la enfermedad, el dolor,

para que volvieras los ojos al cielo

y vieras esa maravillosa flor.


No dudes más en tus sentires

y suelta las cadenas de la razón,

y goza con confianza plena

en el llamado de tu corazón.


No hay marcha atrás en el camino

pues el destino es el Amor,

y para ello has de ser al fin sincero

y rendirte a tan bella expresión.


Admira la belleza de esta flor,

tú mismo la has hecho visible

pues se alimenta de tu propio amor.


Ahonda en tu interior

y verás que es posible

y que te mereces lo mejor.