La Buena Voluntad
Paseaban dos amigos por el campo, cuando descubrieron una nuez sobre la hierba. Ambos a un tiempo
quisieron comérsela.
-¡La he visto yo primero!
-¡Es mía porque yo la tomé antes!
La discusión se acrecentó y otro amigo fuerte y robusto que escuchó de cerca la discusión se
acercó, separándolos cuando ya llegaban a las manos. Escuchó lo que tenían que decirle, lo reflexionó y dijo:
-Esta mitad de la cáscara debe ser para ti, por haberla visto primero; esta otra te corresponde a
ti, porque la recogiste antes. Y en cuanto al contenido de la nuez… me la como yo, por mediar en el juicio.
El grandullón se marchó riendo, dejando chasqueados a ambos amigos.
Demasiado tarde comprendieron que los problemas sólo los resuelve
la buena voluntad.