- ¡Es aquí donde la luz se puede encontrar...! Nos han dicho que vengamos aquí, porque a lo mejor nos podéis ayudar.
.- Aquí estamos para ayudaros en lo que podáis necesitar. Decirnos; ¿Qué necesitáis?
- Somos muchos los que nos podemos encontrar, estamos esperando en una terminal. No sabemos en qué lugar está, pero sabemos que es una terminal de un aeropuerto, un aeropuerto inmenso, donde nos encontramos muchos… ¡Cientos de personas!
.- Eso es porque es el momento de que emprendáis un nuevo camino que se abre para vosotros en un nuevo despertar, luego estar contentos y gozosos de estar en esa terminal, porque seguro que llega un transporte para vosotros, en llevaros a un sitio hermoso y bello en vuestro caminar.
- Si… ¡Pero no serán aviones!, porque ya hemos cogido miedo, en ellos poder montar. ¡No por favor… aviones no! Yo soy el portavoz de estas personas, todas están sentadas, esperando que alguien pueda venir en poderlas acompañar… ¡Yo por dos veces, he podido tener problemas en un avión!
.- Pues no temáis hermanos nuestros, que si estáis ahí todos reunidos es porque es el momento de que, por un lado, os deis cuenta que vuestros cuerpos quedaron en la tierra, pero que vuestras almas siguen viviendo; que os deis cuenta de que la muerte no existe, que nuestra alma es eterna porque Dios la creó y es el momento de que todos unidos, pongáis vuestro pensamiento en algo superior, que es Dios nuestro Padre. Poner vuestro pensamiento en Él y pedid esa ayuda que seguro que se os va a dar y van a venir a buscaros trayendo esa luz que os pueda iluminar.
- Ya se lo he dicho yo a esas gentes, pero están esperando a sus familiares, para que puedan venir a recogerlos, y aquí estamos esperando.
.- Pues unamos todos el pensamiento y elevémoslo a Cristo nuestro Pastor; pidámosle todos unidos y digámosle... “Maestro, nuestro Mesías de esta Humanidad, ayúdanos a encontrar nuestro propio camino, ayúdanos a encontrar esa luz que nos ilumine y podamos divisar a todos aquellos hermanos nuestros, que nos acompañan y que nos ayudan en nuestro caminar; ayúdanos Señor nuestro para que la luz se haga en nosotros y descubramos ese hermoso mundo nuevo en el que vida nueva podamos retomar”.
- ¡Esperar un momento, se lo voy a decir!… Me dicen que… ¿Qué hacen con las maletas?
.- Que no se preocupen ya de las maletas, que eso es una cosa del pasado, que ya quedo atrás; no os preocupéis de nada de eso, porque Dios provee de todo cuanto sea necesario en vuestro futuro caminar. Lo único que tenéis que hacer es liberar vuestro pensamiento de las ataduras del pasado, dejar que vuestra mente se eleve, a esa vida hermosa y bella que se os puede presentar y acudir a ella sin ninguna preocupación, solamente con el alma tranquila y gozosa de que el amor es el que os acompaña y sobre toda cosa os protegerá.
- Pero me dicen que no quieren dejar sus enseres. Preguntan, que si se los pueden llevar.
.- Esos enseres de que hablas no son necesarios, porque para el alma, ya nada lo necesitan; porque el alma todo lo tiene, porque al alma, todo le sobra porque el Padre todo se lo da.
- ¡Pero son recuerdos!
.- Si es así pedir permiso, pedir ayuda, que seguro que os lo dejarán llevar. Si todavía no se pueden deshacer de todos aquellos recuerdos de atrás, que los lleven con ellos y pidan permiso para poderlos llevar, que seguro que también les ayudarán a llevarlos.
- ¡Ay!.... ¡Están todos sentados y no se levantan!… viene un niño a traerme una pelota, ¡Me da la mano!… ¡Ahora viene su mamá!, pero estamos mirando por una ventana, un gran ventanal y vemos dos hileras de gente, de señores, ¡Qué raros son!… en vez de tener traje, parece que su traje es de luz y entre ellos hay una escalinata, pero esa escalinata no va a parar a ningún sitio, ¿Será que nos dicen algo?
.- Vienen a buscaros. Son los ángeles del Señor, son nuestros hermanos de la luz Divina, que vienen a buscaros a todos para que subáis por esa escalinata, que por ella llegaréis a un sitio mucho más hermoso donde podréis vivir en paz; luego seguirles a ellos, encaminaros hacia esa luz, ¡Llámales a todos!… ¡Que se levanten, que no queden parados, que se levanten y vayan a esa escalinata de luz!
- ¡Amigos!… ¡amigos venid, que vienen a buscarnos!, ¡venid!... que nos van a llevar a un sitio mejor. ¡Oh!…menos mal, ya se van levantando… ¡Pero qué tozudos son!, van con sus maletas en la mano, bueno ¡Qué más da!… ¡Niños primero!… ya van subiendo todos por la escalinata; así…¡Con cuidado!..., ¡con cuidado, ir subiendo!...que dicen estos hermanos que no hay problema, que no nos vamos a cansar, que son muchos peldaños pero subiremos a algún sitio especial…¡No preocuparos!…¡no preocuparos!, ir con cuidado, así… poco a poco… yo iré el ultimo, porque es mi deber.
¡Gracias hermanos, por haber venido a recogernos!... era mi obligación el poderles salvar, pero no pudo ser. Yo me hice cargo de tantas y tantas personas como a esta terminal han podido llegar y aunque no solo fueran de mi avión, a todos he podido aquí traerlos y ahora los puedo llevar, ¡Gracias!… ¡gracias porque mi misión ha terminado!
.- Gracias a ti por la ayuda que has prestado a todos estos hermanos y por guiarles con tanto amor. Que nuestro amor os acompañe a ti y a todos.
- Así sea vuestra voluntad.