-¡Nos os vayáis!… ¡os hemos podido encontrar!… ¡os estábamos esperando, para podernos ayudar!..
Estamos aquí juntos, esperando vuestro realizar.
.-Aquí estamos a vuestro lado hermanos; no temáis nada, que todos estáis a cubierto por la Luz de Dios Padre.
-Gracias. Necesitábamos esa Luz encontrar. Nos sentimos un poco perdidos, aunque hay mucha luminosidad, pero no sabemos dónde dirigirnos, porque todo a nuestro alrededor es igual.
.-Pues acudid a esta Luz, que es la Luz de Cristo que viene a recoger a todas sus ovejas. Daros las manos unos con otros para ir todos juntos, como hermanos, dando gracias a Dios, porque nunca se olvida de ninguno de sus hijos y todos sois acogidos en su corazón.
-¡Todos os escuchamos!..
.-Unir vuestro pensamiento como si fuera uno solo. Pensar en Dios, Nuestro Padre que nos ha dado la vida y en Cristo Nuestro Señor, que con su Luz Divina, a todos nos acoge y nos ilumina para que encontremos el camino de la salvación.
-Vemos esa Luz, pero como ya te he dicho…todo lo que hay a su alrededor es igual y sólo luz. ¿Que podemos hacer?...
.-Poner todos unidos vuestro pensamiento en Dios y ver como llegarán unas barcas de luz que vendrán a buscaros para que todos subáis a ellas, y ellas os llevarán a un puerto de salvación, a un lugar hermoso y bello donde emprenderéis una nueva vida; una vida más allá de los sufrimientos de esta Tierra; una vida en la que todo es paz y armonía.
-¡Ah…mira!..¡es verdad!... allá en el fondo vienen como tres barcas y están bajando como una especie de tarima; y hay tres… tres almas de luz y nos dicen con la mano… ¡Ven…ven… venid!...
.-Son los Ángeles del Señor, los pastores de Cristo que vienen a buscaros, para llevaros a la luz y al amor. Acudid todos contentos, acudid todos dando gracias a Dios, por ese hermoso recogimiento en el que os llama para vuestra paz interior.
-¿Podremos entrar todos?...somos muchos los que venimos…cada vez vienen más.
.-No temáis, que hay sitio para todos. ¡El Poder de Dios Padre es mayor que todas las necesidades del mundo! ¡acudir sin ningún temor! ¡acudid todos!...¡que ninguno se quede abajo!...daros las manos unos a otros para que ninguno se quede parado y todos subáis a esas barcas de luz.
-Os damos las gracias una vez más. Ya vamos subiendo a las barcas... y hasta otro encontrar!…
.-Gracias a Dios siempre…
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-¡Os hemos oído!...pero no tenemos la misma suerte… ¡estamos atrapados!... ¡estamos aprisionados!...no sabemos por donde salir... ¡Por favor, echarnos unas cuerdas para poder salir!... ¡ayudadnos por caridad!...
.-Ahora mismo saldréis todos, no temáis; poner vuestro pensamiento en el cielo, en Dios Nuestro Padre y veréis como fácilmente saldréis de ese impedimento; veréis como fácilmente dejáis atrás vuestra materia, vuestro cuerpo, que es el que ha quedado, ha fallecido, pero vuestra alma es libre, vuestro espíritu no muere jamás. ¡Dejad que vuele y se libere! ¡hacedlo con vuestro pensamiento y veréis qué fácil os liberáis de ese aprisionamiento!.
-Sí… hermano sí, estamos viendo como unas cuerdas de luz…y las podemos coger, y nos van subiendo poco a poco. Ya estamos saliendo a la superficie; creíamos que nos íbamos a quedar atrás…
.-Ninguno os podéis quedar atrás, porque todos estáis en el corazón del Padre y ninguno puede quedar abandonado. ¡Salid…salid contentos por esas cuerdas que os tienden con amor y encontraréis la luz!...
-Gracias…gracias por vuestra labor. Bendiciones de todos.
.-Sean siempre para vosotros, en el nombre de Cristo Nuestro Señor.
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-¡Esperad!...¡esperadnos!...¡nosotros estamos en las aguas!... ¡estamos en el mar…pero esto…está muy oscuro, no tenemos luz como los otros hermanos que habéis podido ayudar!...
.-No os preocupéis, que para vosotros también habrá salvación. Tener tranquilo vuestro corazón y elevarlo en una oración dulce y sencilla a Dios Nuestro Padre, y a Cristo Nuestro Señor y veréis como su Luz se aparece al instante en vuestra ayuda, hacia ese camino de la salvación.
-¡Umm…umm…umm!... ¿Oís nuestros cantos?...
.-Son cantos limpios y hermosos, porque salen del corazón. Son cantos de plegaria a nuestro Padre Dios. Uniros todos en ese canto con vuestro pensamiento elevado al Padre amor, pidiéndole perdón por los pequeños errores, para que os muestre la Luz y os lleve a un camino mejor.
-Nos sentimos con amor….nos sentimos como nunca nos habíamos sentido… ¡Umm….umm…umm….umm….umm!.... (están cantando)
.-Unir vuestros corazones, que unidos están a los nuestros suplicando a Nuestro Padre que os ilumine. ¿Veis ya la Luz hermanos?... ¿veis que la muerte no existe?... ¿veis como el alma es eterna, que no importa dónde cayó si fue en el agua o en la tierra, porque el alma pertenece al cielo?... pertenece a Dios Padre amor y para el alma…¡No hay otro destino que el eterno amor!…
-¡Dentro del agua se está formando como un diamante!...y se refleja un gran iris… ¡Qué belleza!... ¡que belleza!...esto se podría plasmar en nuestras filosofías, somos muchos… somos muchos monjes…
.-Es un arco iris, formado por el amor de todos vuestros corazones unido al amor del cielo, de todos aquellos que desde el cielo os buscan para llevaros a la salvación. Tenéis esa preparación de tantos tiempos orando….con lo cual, vuestras mentes encontrarán la luz.
-¡Sabíamos que Buda…nos podría ayudar!...
.-¿Cómo os iba a dejar a un lado, si Él es la luz del Mundo?
-¡Umm……umm……umm…nuestras plegarias han sido oídas. Bendito seas…¡Señor!...¡Señor!...¡gracias por tu amor!...nuestra vida ha sido dedicada a tu amor y hemos podido recibir tu diamante Señor…. ¡Gracias Señor!...es nuestro consuelo llegar a Ti, en nuestro final.
.-Pues adelante hermanos míos…seguir los pasos de Nuestro Señor, que a todos acoge en su bendito corazón y que la Luz os guie por caminos de luz y abundancia.
-Gracias y que así sea.