Yo, Cristo, vendré en espíritu a los míos. Me haré presente a todos vosotros pero no en la envoltura de la carne.
Si alguno os dijera que aquí o allá está Cristo, no os precipitéis en creerle. Se levantarán falsos cristos y falsos profetas y obrarán grandes señales y prodigios para que si fuera posible, aun los míos sean engañados.
Mirad hermanos, que os lo digo de antemano. Por eso, si os dicen está en tal lugar, no salgáis. Si os dicen está en una habitación secreta, no os precipitéis en creerlo.
Todo lo venceréis a través de Mí y con ello, la unión con Dios, Padre vuestro y mío.
Se realizarán las Leyes Eternas, aprenderéis a discernir. Precisamente, en este gran cambio de era, hay muchos hombres que he enviado a vosotros, que se esfuerzan en traeros las Leyes de Dios y que en medio de las tribulaciones y hundimiento del mundo, fundan el Reino de Paz. Son los que cumplen el Evangelio del Amor y traen en sí el Reino de Dios a esta Tierra. Por sus frutos les reconoceréis.
Yo Soy la Luz del Mundo. Mi venida en espíritu es el acontecimiento más grande para la Tierra y los hombres. Ya me he puesto en camino pues mi Luz ya está obrando en la Tierra.
Comprended hermanos míos la expresión ‘Tiempos finales’ que no se refiere al final de la materia, al fin del planeta terrestre, sino al fin de todo lo que está contra Dios.
El materialismo va a su fin. Ángeles del Cielo están preparados en vestido terrenal para anunciar en alta voz al Soberano del Reino de Paz. Sonarán los clarines, desde los cielos aparecerá con todo poder y gloria, pero antes de que esto suceda, vendrá una gran lamentación sobre la Tierra. Serán arrebatados todos los que no lleven el sello de Dios en la frente, ellos continuarán su camino como almas.
Yo anuncio mi venida irradiando mi Luz con antelación. Vosotros estaréis en Mí.